Localizadas en el mancomún Guadalupe Victoria, Calificadas como bellezas escénicas y las cuales constituyen un templo de la naturaleza en esta región.Las Cuevas de Los Portales es una cavidad rocosa que esta ubicada en los terrenos del mancomún Guadalupe Victoria, mejor conocido como Santa Lucía, que juntamente c0on las Cuevas Locas han sido motivo de visita y exploración: primero por su agradable paisaje con bonitas formas rocosas, una pequeña caída de agua y una abundante vegetación que a servido de hábitat a un sin numero de animales.La cueva cuenta con una formación curiosa del techo de la caverna, bien pareciera una sucesión irregular de portales que para la imaginación del que la bautizó, sus sentidos eso vieron. Su entrada tiene entre 25 y 30 metros por unos 15 de profundidad, y de altura puede llegar a los 7 metros.La Cueva de Los Portales, ubicada dentro del área que se pretende declarar como área natural protegida, ha sido motivo de exploración ya que en sus paredes se encuentran pinturas rupestres con figura de personas tomadas de la mano, y según cuentan los habitantes del mancomún que de sus paredes se escuchan sonidos. La Cueva de Los Portales constituye uno de los mas preciados valores con que la naturaleza obsequió al municipio de Cuauhtémoc. El área de interés arqueológico, antropológico e histórico se extiende desde las Cuevas de Los Portales hasta la propiedad del Rancho Las Margaritas donde se localizan también pinturas rupestres y un área ceremonial. Esta área ceremonial consiste en una meseta que la vegetación no deja distinguir, la cual tiene características de un área donde se llevaban actos ceremoniales como danzas y en ese lugar también existía una cueva que servía de refugio para las tribus que habitaban esas tierras. La distancia de Las Cuevas de Los Portales al Rancho las Margaritas es de 3 kilómetros, lo que hace más probable que toda esa área fuera habitada por apaches.La gente tipifica La Cueva de los Portales como una cueva sagrada habitada por apaches ya que existen los elementos materiales, que muestran la existencia de que ellos estuvieron ahí debido a las pintureas rupestres ubicadas a lo largo de las paredes de la cueva. Además en una de las paredes localizadas en la parte exterior de la cueva, se puede observar en la roca la forma de un búho, el cual es un elemento muy importante para los pueblos indígenas ya que representa la agudeza intelectual.El grado de conservación de la cueva no es muy bueno ya que sus paredes se encuentran manchadas con pintura “grafitti”, por lo tanto se pretende conservar este lugar lo mejor posible para evitar mas daños y sobretodo proteger las pinturas rupestres que quedan en la cueva ya que muchas de ellas fueron borradas o están muy dañadas. De hecho, una vez decretado como área natural se pretende recurrir al INAH para pedir su aprobación y el apoyo necesario con el fin de quitar los grafitti que se encuentran en la cueva sin dañar las paredes de la misma. Existen edificaciones cerca del lugar que se pretende decretar, ya que el mancomún se localiza a 2 kilómetros de las Cuevas. Estas edificaciones son las casas de los habitantes de Santa Lucia.LEYENDAS Y MITOS El espíritu de la Cueva. Aquel pequeño grupo formado por unas cuantas mujeres. Algunos niños y ocho o diez hombres, entre jóvenes y adultos, pasaban los días entre cazando y recolectando lo necesario para sobrevivir, tardes y noches en torno a fogatas, platicaban por largas jornadas, con visitantes que muy a menudo acudían a informar de la permanencia y situación del grupo al que pertenecían. El anciano sacerdote, conocedor de toda la sabiduría indígena, tenia mas de veinte años dirigiendo los destinos de todos los pequeños grupos que había en la región. Los que tenían su aduar en la lagunita del cerro del “Pajarito”. Este cerro era precisamente el capitancillo que desde ese paraje asolaba el camino real, que pasando por San Antonio de los Nogales, continuaba por Chocachic, cruzaba el cañón del mal paso para continuar a la villa de Aguilar y a la Purísima Concepción del Papigochic. Otro grupo se asentaba en las proximidades del Cebollín. ”Chiquito” que se llamaba Miguel, ocupaba un asentamiento difícil de cubrir, allá por el rumbo de la estancia religiosa de Napavechic y el grupo mas consolidado que había establecido su campamento arroyo debajo de la cueva divina, morada de los pocos acompañantes del sacerdote, no falto quien ocupara los repechos conocidos como Las Cuevas Locas, inmediatas a las escondida Cueva de Los Portales. La magia de la cueva tiene origen en lo que ahí sucedía durante las reuniones del sacerdote con los capitancillos que jefaturaban las distancias partidas estacionadas en las proximidades del gran charco largo, sus ceremonias de culto al sol, loa luna, las estrellas, a la madre tierra y a la lluvia para propiciar el origen del ciclo de la vida, para agradecer en el fin del ciclo todas las bondades con que fueron favorecidos, de todo esto hablaban las rupestres que al cabo del tiempo han ido desapareciendo, si acaso maltrechas evidencias aun pueden detectarse en las paredes del cañón y pequeña planicie que están arroyo debajo de la Cueva de los Portales. Después de siglos, siguen vibrando por la cañada las persecuciones de los tambores, el sonido de las chirimías y el melancólico tono de los cánticos con que aquellos indios honraban a sus dioses: ese es el espíritu de la Cueva de los Portales.
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- By alberto.borja@ahdesarrollos.com
- In Conoce Cuauhtemoc
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